Sin marca

La compañía anteriormente conocida como TNA vive la que probablemente sea su época más convulsa. A pesar de llevar practicamente la mitad de su vida en retroceso y ser dada por muerta todos los años, la que en el momento de escribir estas lineas (creo) se conoce como Impact Wrestling continua reinvéntandose, a su manera, con la esperanza de recuperar la gloria de sus mejores épocas, aquellas en las que parecía que podían competir contra WWE pero todavía no habían cometido el error de intentarlo.

Durante estos últimos años la empresa se ha visto envuelta en una espiral de cambios de identidad que se ha acentuado en los últimos meses. La directiva, los dueños, la compañia de televisión, incluso el nombre de la compañía. Dos veces en cuestión de meses. El resto de cambios también se produjeron en varias ocasiones y trajo los consecuentes cambios para el rumbo del programa en sí: cambios en la plantilla, en los trabajadores detrás de las cámaras, en el rumbo de las historias, en quien merece mas y quien merece menos... Una auténtica pesadilla para cualquier seguidor, sea lo que sea que siga.

Toda esta serie de contratiempos, y los que me olvido, y los que recuerdo pero no nombro por no extenderme demasiado, están alcanzando su punto álgido durante estas últimas semanas, en plena construcción del evento mas grande de la compañía, Bound For Glory. Debido, a mi juicio al menos, a la previsible falta de material televisivo grabado para emitir IW, se están utilizando combates de otros shows (con permiso, obviamente) en los que participan sus luchadores para rellenar el programa. Podría ser una buena idea, y de hecho me lo pareció en un principio, pero el abuso obligado del recurso y la falta de continuación de las rivalidades, o incluso las graves incoherencias con ellas, ya que los faces en IW trabajan como heels en los otros shows y viceversa, la lastran. El ejemplo más claro de esto se vió esta semana, cuando Storm y EC3 intercambiaron sus roles de chicos buenos pero enfrentados entre sí por los de chicos malos y unidos de Texano e Hijo del Fantasma, que tienen esa misma rivalidad en AAA.

Este domingo 5 de noviembre, Impact Wrestling intentará un nuevo resurgimiento, esta vez en Canadá. Tras dejar atrás finalmente la alargada sombra de Jeff Jarrett y GFW (con la cual el propio JJ pretendió vender oro a los fans, nunca está de más recordarlo) el nuevo equipo trabajará con una plantilla reducida en ciertos aspectos (sobre todo en las divisones femenina y por parejas) pero con ciertos nombres con potencial para recuperar esa imagen de marca que a pesar de tener cosas buenas y horribles tanto les habia costado construir, y tan reconocibles les hacía en la industria. Los AJ, Joe o Roode ahora están triunfando en la competencia, y han dejado paso a una nueva remesa de estrellas, que si bien son en su mayoría descartes de WWE, podrían haber sido mejor aprovechados. Ahora el equipo creativo deberá demostrar que Eli Drake, EC3, Johnny Impact, Lashley y demás pueden llevar la compañía a un nivel superior, y junto con nombres como Moose, Lee o Allie, además de futuras incorporaciones, construír un programa entretenido a la par que consistente y así recuperar la confianza de sus machacados fans.

Iago Martinez