PROYECTO DECADAS

DIARIO WWF


WWE ha decidido que Survivor Series será el nuevo "Bragging Rights", convirtiéndose en un PPV enfocado al enfrentamiento entre marcas. ¿Decisión acertada?
Survivor Series siempre fue considerado uno de los 4 grandes, pero el de menor calado. SummerSlam es la gran fiesta del verano y media temporada y Royal Rumble inicia el camino a Wrestlemania, el magno evento de la compañía. Mientras que todos los PPV anteriores están el momento perfecto o poseen particularidades como el Royal Rumble match, Survivor Series afronta la peor época del año y posee el Traditional 5 vs 5, una estipulación que cada vez significa menos y menos. 

Desde mi experiencia personal y pese a haber visto casi todos los matches de este estilo, como fan solo he visto en su momento un combate relevante y que merecía de verdad un puesto de importancia en la memoria del evento. Este fue el de 2014, enfrentando a The Authority contra el vestuario de WWE comandando por John Cena. Es evidente que armar un combate verdaderamente relevante en torno a esta estipulación es complicado y ha resultado ser más una carga que una ventaja. Hemos llegado a ver matches de este estilo sin tener ninguna construcción o relevancia, evidenciando un desgaste colosal en el formato.

La enorme carencia de talento debido a la división de marcas ha provocado que sea aún más complicado colocar una rivalidad que pueda abarcar a 10 luchadores, por lo que desde el año pasado se apostó por un enfrentamiento entre marcas. Este año ni siquiera habrá defensas titulares, pasando todo a centrarse en la competencia entre RAW y Smackdown! 

Realmente la idea no parece tan mala, pero este año el encaje de piezas luce bastante terrible. La construcción es inexistente y estos duelos (que no parecen los mejores) se han dado únicamente porque ha coincidido en el momento.


Natalya vs Alexa Bliss es un duelo de heels y que no parece demasiado interesante. Ninguna de las dos es una worker especialmente destacable, es un duelo que tenemos visto y que, para ser marca vs marca, no parece tener a ninguna de las mejores de cada marca representándolas.

Los duelos del mid card masculino parecen algo menos improvisado. Miz vs Corbin funcionará porque pese al heel vs heel, la cobardía de Miz tendrá un buen contrapunto en el instinto asesino de Corbin. El duelo entre Seth & Dean contra The Usos promete ser acción tag team de la muy buena. 

Hasta ahora hemos visto una alternancia de notas positivas y negativas pero lo que se viene ahora puede ser desolador. Tendremos, como no podría ser de otra manera, dos duelos de fitis de SD vs  fitis de RAW. Las cuatro horas de show que nos encasquetarán garantizan que habrá algún duelo más de upper cards para ocupar las horas. Vamos, que tendremos dos duelos con lo que queda de ambas divisiones femeninas y un montón de upper y mid cards. Yuhu

La joya de la corona será un duelo que nadie quería ver. El campeón vs campeón es una cosa que debería ser siempre extremadamente atractiva. Determinar en este contexto de dos campeones quien es el verdadero rey del pro wrestling americano. Por desgracia, este año tendremos a Lesnar, el tipo más dominante del planeta enfrentándose a Jinder Mahal, el cual no debería durarle ni un asalto. Hay de todo menos ese big match feel. La oportunidad única de enfrentar a Lesnar con AJ Styles o un Shinsuke Nakamura se va por el retrete gracias al eterno reinado del codroño indio. Mejor tomárselo con humor.


Parece evidente que este año no era el mejor para consolidar este nuevo Survivor Series pero en años venideros, salvo con una planificación excelente, la cosa no mejorará demasiado. Cuatro horas de show, en lugar de las tres de un PPV regular como Bragging Rights,  son una losa enorme para llenar con tan pocos combates.  Ni siquiera Bragging Rights acumulaba tanto talento en los combates entre marcas, permitiendo dar luchas titulares relevantes que vendieran el show.

La división de marcas ya no es algo tan caliente como lo fue en 2016, y el enfrentamiento no justifica la enorme cantidad de efectivos que se van a invertir en el duelo. Por lo que he podido leer y conocer, buena parte de los aficionados están mostrando mucha tibieza y falta de interés. Es la tónica que en teoría deberá repetirse e incluso agudizarse en próximos años. Las claves de los buenos matches 5 vs 5 siempre fueron las historias que debían marcar el futuro de la compañía (2014 y 2001) o de una de las marcas (2003).


La WWE debe encontrar un mejor hueco para sus enfrentamientos multimarca. Survivor Series debería y podría ser un lugar para demostrar la supremacía de los competidores de cada marca sin necesidad de enfrentarlos con la otra, pero prioritariamente debería ser uno de los 4 grandes y estar plagado de big matches o de comienzos de storylines relevantes, en lugar de un perezoso rojo contra azul. 

Mientras esto siga así, ni revivirán el interés por las marcas ni mucho menos a un PPV que no para de agonizar viendo como no ha habido ni la más mínima construcción para todo lo que veremos en el próximo evento grande la empresa de McMahon.

Kingbilbin

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