PROYECTO DECADAS

DIARIO WWF


Uno de los dichos más comunes que existen es aquello de "la belleza está en el interior". Si bien esto no es exactamente el objeto de debate en este artículo, sí que es interesante pararnos a pensar en algo que por mucho que algunos se empeñen sigue siendo importante en el pro wrestling mayoritario: la apariencia.

No es difícil rebuscar entre los comentarios de diversos medios y encontrar discusiones en las que se pone en duda la valía de ciertos wrestlers en las que se les acusa de tener beneficios debido a temas que, en teoría, deberían ser totalmente ajenos al wrestling. "Alexa Bliss solo es una cara bonita" o "Roman Reigns es el prototipo de Vince" son cosas que se leen y escuchan con bastante frecuencia. También tenemos ejemplos de gente que desprecia luchadores usando su aspecto físico como principal punto negativo. ¿Quién no ha leído algún comentario donde se mofan del peso de Kevin Owens? 

Sin embargo, parece que la comunidad de fans acerca cada vez más sus posturas respecto a este tema. ¿Es el aspecto físico algo fundamental en el wrestling como vimos en el pasado?

Cabe recordar que el pro wrestling mayoritario no deja de ser un producto de entretenimiento, al igual que la televisión o el cine. Los personajes que son ofrecidos podrán tener mayor o menor complejidad, pero por norma general, se ajustan a unos cánones que dependen del momento social que se vive. No hablamos solo de imagen.

En los 80 vivimos series como El Equipo A, donde unos tipos fortachones y aventureros se dedicaban a explotar cosas para vencer a los malos. Historias simples y de cartón que entretenían de lo lindo a la gente de la época. ¿Dista mucho de Hulk Hogan salvando el día en la Golden Era de WWF?


Esto también se aplica al propio aspecto de esos personajes. Los hipermusculados cuerpos de hace poco más de dos décadas en los hombres han dado paso a cuerpos atléticos posibles de conseguir sin necesidad de ser una farmacia ambulante. Cuerpos femeninos que antes serían imposibles en una pasarela de los 90 ahora copan las portadas. Adiós Pamela, hola Kim.

La sociedad sigue consumiendo la belleza como producto, y es que la sociedad ha querido avanzar en cuanto a profundidad de personajes y variedad de cánones, pero sigue demandándola.

Volviendo al wrestling, el avance es palpable. Los cuerpos han cambiado, pero también las historias. Pese a que en WWE seguimos teniendo conatos de "Múrrica vs Los malos", esto queda muy lejos de la época de Hogan y Sheik. Aún mayor ha sido el avance de las mujeres, que por fortuna han pasado de ser meros objetos sexuales a luchadoras de pleno derecho dentro de la compañía. Lo que funcionaba en los 80 y 90, ahora sería algo desfasado y hasta "incorrecto".

Ahora bien... ¿realmente hemos dejado de, consciente o inconscientemente, darle importancia a la imagen en el producto?

No es nada difícil comprobar que en esta época el talento es primordial, pero que la imagen sigue pesando. The Shield y The Four Horsewomen constituyen dos grupos de presente y futuro de la compañía. 7 personas que han sido elegidas por su talento pero que, por norma general, se pueden considerar como rostros y cuerpos fáciles de explotar comercialmente. ¿Es Bayley un "pibón"? Mira, la cosa aquí va en gustos, pero estoy bastante seguro de que Bayley tiene el aspecto ideal para su inocente personaje, al igual que Charlotte resulta un buen equivalente de su padre y Dean, aún con sus entradas y cuerpo de definición media, encaja perfectamente con el estereotipo de "tipo duro de la calle".


Por citar otro ejemplo, clave además en la transición de la siempre despreciada división femenina, tenemos a AJ Lee. AJ Lee estaba fuera de los típicos cánones de WWE. Chicas artificiales, altas y con un buen número de operaciones estéticas realizadas. AJ Lee, en cambio, era la next door girl perfecta. Exacto, perfecta. ¿Y qué me decís de aquel tipo bajito, sin un gramo de esteroides y una barba demasiado larga y desaliñada como para ser icono publicitario? El tal Daniel Bryan era el perfecto underdog para desafiar a las estrellas de siempre con sus cuerpos de siempre. 

Por desgracia, también hay ejemplos negativos en los que el físico se impone al resto de cualidades, obviando todo lo demás. Hace años la WWE estuvo interesada en uno de los tag teams más reconocidos del panorama: los hermanos Briscoe de ROH. Sin embargo, pese a superar los tryouts fueron rechazados por no ser "agradables a la vista". Pese a que los Briscoe seguramente habrían logrado encontrar su hueco, a WWE no pareció importarle demasiado. Sin embargo, cosas como esta serán cada vez más difíciles de ver. No hace mucho en el Mae Young Classic se filtró la noticia de que ciertos directivos no estaban "contentos" por la falta de belleza de algunas participantes. La respuesta de vestuario, compañeros, otros directivos y fans fue tremenda, mandando un mensaje de apoyo a las luchadoras. Todas tenían su hueco, aunque muchas no fueran un maniquí andante.

El pro wrestling mayoritario sigue ofreciéndonos productos. Puede que Fergal Devitt sea una persona, pero Finn Bálor es un producto con un perfecto envoltorio. Y es que ese tipo de chaqueta de motero que fundó el Bullet Club es un poster guy de manual. De nuevo generalizando, los hombres le admiran y las mujeres le aman. Por supuesto, esto también se aplica en la otra dirección. Braun Strowman no es uno de los favoritos para aparecer en la portada de Men´s Health, pero si que tiene ese cuerpo monstruoso y cara de malas pulgas que le garantiza un fácil acople a su papel de top heel.
Se trata de armonizar físico y personaje, para lograr que cada personaje sea "bello" a su manera, encontrando ese aspecto que constituya una cualidad más del producto que estás ofreciendo.

Si nos trasladamos a otra cultura a miles de kilómetros de distancia, ni siquiera NJPW escapa de lo comercial. Tanahashi es el perfecto súper héroe japonés; un cuerpo atlético, una ofensiva vistosa, una larga melena (que decidió cortarse hace nada) y unos rasgos amables. Okada, cuyo personaje de Rainmaker era inicialmente el perfecto niño de oro, tampoco se queda atrás. NJPW le dió 0 importancia a su próximo matrimonio para que Kazuchika siga funcionando como imán para las fans y seguirá participando en los anuncios de Bushiroad (propietaria de NJPW) como una estrella. Y es que anuncios como estos no quedarían igual si a Milla Jovovich la acompañase el bueno de Tomohiro Ishii, el cual en cambio no necesita más que su cara de malas pulgas para cumplir su rol de Stone Pitbull. El ace suele ser quien posee la imagen de modelo más convencional, pero hay huecos para todos.


También en Japón, Stardom se ha consolidado como una de las mejores empresas de wrestling femenino actual siguiendo una fórmula novedosa, pero que realmente es simple y básica.
Entrenar idols como luchadoras, lo cual le ha valido para establecerse rápidamente en el mercado. A día de hoy, Stardom sigue abierta a luchadoras de diverso origen, formación y tamaño; pero las idols siguen siendo una parte fundamental de su roster, aunque el talento puramente in ring sea una constante fundamental. Muchas de sus luchadoras, ya sea antes o durante su estadía en Stardom, ocupan páginas de revistas o participan en photobooks, vídeos musicales y series. Un ejemplo fácilmente reconocible de lo bien que ha funcionado este sistema es Kairi Hojo, ahora conocida en WWE como Kairi Sane.

Viendo como tanto el pro wrestling como otros espectáculos siguen confiando parte de sus argumentos al plano físico... ¿estamos de alguna manera estancados? Desde luego que no. Como ya hemos visto, las historias también avanzan. Disfrutamos de un mayor profundidad de contenido, ajustado a la demanda de un público en constante cambio y también de un mayor abanico en esos cánones que, como no podría ser de otra manera también se ajustan a la demanda de la sociedad.

La apariencia importa, pero hemos de aceptarla con naturalidad como lo que es: una cualidad más de un producto que intentará ajustarse de la mejor manera posible para tener una buena reacción entre sus consumidores.

El pro wrestling evoluciona para fortuna de todos. Personajes de carne y hueso, historias más profundas y espacio para diversos cuerpos y nacionalidades son cada vez más habituales en el mundillo. Sin embargo, hemos de tener claro que mientras el wrestling tenga como finalidad vender, se nos seguirán ofreciendo estos cánones, aunque cada vez más abiertos y sutiles. De todas formas, mientras lo principal siga siendo el wrestling, no hay nada de que preocuparse

Kingbilbin

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