PROYECTO DECADAS

DIARIO WWF




"El pro wrestling sin darlo todo no tiene sentido. Cada vez que  subo a un ring se que pongo mi vida en riesgo. Así es como lo hago yo. Se que contra Ishii voy a perder años de carrera pero no me importa. Voy a ser campeón aunque este sea el último combate de mi vida"   

Katsuyori Shibata en declaraciones previas a Wrestle Kingdom 10.



"The Wrestler: El Viaje de Katsuyori Shibata" es un repaso, en estos días en lo que su carrera pende de un hilo sostenido únicamente por su fuerza de voluntad y hasta insensatez, a la carrera de Katsuyori Shibata. Acompáñame en el difícil camino de "The Wrestler". Ah, y podéis poner de fondo esta cosita de nombre takeover:


El comienzo:

El joven Katsuyori contaba 20 años cuando debutó a finales de 1999 en NJPW. No le fue difícil entrar en el dojo de la empresa del león. Su padre Katsuhisa fue wrestler en NJ y Katsuyori compitió a nivel nacional en wrestling amateur en 1997. Eran tiempos en los que el pro wrestling aún vivía un buen momento en Japón y NJPW había puesto sus esperanzas de futuro en 3 jóvenes, llamados a recoger el testigo de los 3 mosqueteros de NJPW: Chono, Mutoh y Hashimoto. Estos young lions se llamaban Hiroshi Tanahashi, Shinsuke Nakamura y Katsuyori Shibata.




Fue en la Young Lion Cup del año 2000 cuando Shibata golpeó con un duro elbow a su compañero Masakazu Fakuda, que tuvo que ser llevado al hospital, donde murió días después. Era la primera losa en el camino de un Shibata que aún carga a día de hoy con ella. Pese a esto, continuó su formación hasta ascender a heavyweight ya en 2003. Eran años duros para NJPW, que había iniciado una acusada decadencia ocasionada por la pérdida de interés de un público cada vez más reducido y que prefería la empresa del legendario Mitsuharu Misawa, Pro Wrestling Noah. Decisiones de bookeo horribles y un intento absurdo de acercarse a las MMA propiciado por el fundador Antonio Inoki dejaron a NJPW rozando la quiebra. 

Shinsuke Nakamura había ascendido a la cima de la empresa mientras que su otro compañero, Tanahashi, esperaba en un importante pero segundo plano con el cinturón juvenil de NJPW. Shibata no tuvo tanta paciencia y abandonó la compañía en su peor momento, dejándoles tirados en el año 2005.

Shibata inició entonces una etapa como freelancer, trabajando principalmente en Big Mouth LOUD y en Pro Wrestling Noah, donde forjó una amistad que aun perdura con su compañero de tag team, un tal KENTA.



La empresa apostó fuerte también por él, pero finalmente Shibata renunció completamente al wrestling iniciando una etapa como luchador de MMA en 2007.


Sueño y pesadilla:

Shibata ya había debutado en MMA en 2004, con victoria ante un oponente de tercera fila. Era habitual ver a wrestlers probando en MMA a nivel formativo y con Shibata no fue una excepción. Katsuyori retomó esta opción y lo que parecía un futuro brillante se tiñó de negro. Tras ponerse 2-0 logró dos oportunidades gigantes ante Rolek Gracie y, especialmente, alguien que sería clave en su futuro. La leyenda de las MMA, "Gracie Hunter" Kazushi Sakuraba, quien por supuesto le derrotó.


Pasaron los años y no fue hasta 2009 cuando logró su tercera victoria. Su maltrecho record era un pobre 3-6-1 que no auguraba nada bueno. Shibata consiguió otra victoria para iniciar una seria racha de derrotas que acabó en su retirada. El record rozaba lo ridículo, siendo un pobrísimo 4-11-1. Shibata daría carpetazo a las MMA para pasar a otra etapa en su vida, volviendo al pro wrestling.




Turbulencias:

En agosto de 2012, Sakuraba y Shibata aparecieron por sorpresa en NJPW, anunciando que competirían en la empresa. Una leyenda de las MMA aparecía y un young lion regresaba. El impacto se hizo notar y generó controversia hasta unos niveles insospechados. NJPW había retomado la buena senda, siendo WK 7 un auténtico éxito a nivel de taquilla y crítica, pero la rebelión en backstage fue brutal. El presidente de Bushiroad y aún dueño de NJPW, Takaaki Kidani se vio forzado a dimitir de su cargo como chairman de NJ, puesto que había contratado a Sakuraba y Shibata sin tan siquiera consultar a los bookers Gedo y Jado.




Según se cuenta, varios compañeros tampoco estaban cómodos en la situación. Especialmente un Hiroshi Tanahashi que representaba lo opuesto a Shibata. Por suerte, la situación se estabilizó y Shibata fue siendo aceptado poco a poco, pero aún tenía demasiadas deudas por pagar.

Su gran apoyo fue su mejor amigo y ex compañero de clase Hirooki Goto, con quien inició una rivalidad al poco de llegar. Tras varios combates tremendamente intensos, Goto y Shibata cerraron el círculo en Wrestle Kingdom 8, con victoria para Goto. Tras el combate, Shibata corrió a reconocer la victoria de su amigo, levantó su brazo y apartó a los young lions para ser el quien cargase a Goto. Abandonaron el ring abrazados y entre risas, ante la ovación del Tokyo Dome.



Esto sería el germen para la formación de Meiyu Tag, con el que Shibata lograría ser campeón en parejas. Sin embargo, lo más importante en 2014 para Katsuyori no fue esto.

Como hemos dicho, Tanahashi y Shibata no tenían buena relación. Ni siquiera participaban juntos en tag team matches pese a ser ambos de la NJ Army. El ace de NJ comentaba esto sobre Shibata en su libro:

"Shibata era muy terco. Cuando tomaba una idea de lo que era el wrestling, no había forma de abrir su mente. Era como un estudiante en la edad del pavo, quejándose de todo pero sin propuestas reales. Cuando en  el G1 2013 dijo que estaba disfrutando del pro wrestling le dije que se dejara de estupideces. Por supuesto que disfrutas más en un estadio lleno. El renegó del wrestling y de nuestros estadios vacíos en 2005"

Como se puede apreciar, Tanahashi se mostró muy dolido por la situación de Shibata. Esto intensificaba aún más las diferencias entre un Hiroshi Tanahashi que cargó con el mayor peso de la historia de la empresa para llevarla a lo más alto con un estilo tremendamente alejado de lo que venía proponiendo NJPW y Shibata, el defensor de la lucha legítima que dejó tirada a la empresa en su peor momento.

Sin embargo, tras enfrentarse en un par de ocasiones, llegaría el choque definitivo. Destruction in Kobe fue el evento donde Shibata y Tanahashi dieron uno de los mejores combates de la era moderna de NJPW. Tras el final, se vivió un momento poderosísimo. Tanahashi y Shibata, en un gesto espontáneo según el propio Tanahashi, se dijeron lo que tenían que decirse desde hace mucho tiempo. 



Shibata había logrado ser aceptado por Tanahashi y la situación volvió a la normalidad, hasta el punto de hacer pareja en Power Struggle 2015 en uno de los mejores matches para crear hype que he visto. Okada, el campeón mundial al que debía enfrentarse Hiroshi en Wrestle Kingdom 10, eligió como pareja a su compañero de Chaos Kazushi Sakuraba. Tanahashi eligió a Shibata (así es, el compañero de Sakuraba a su llegada) para un combate tan importante. Y ganaron.


Un gallo más en el corral:

Shibata inició 2015 como campeón en parejas, ganando los títulos en Wrestle Kingdom 9 pero perdiéndolos rápidamente ante el Bullet Club. Fue un año donde tuvo un papel muy respetable tanto en la NJ Cup como en el G1 Climax, pero no logró ganar ninguno. Sin embargo, si que hubo tres capítulos importantes para continuar entendiendo su viaje.

El primero tuvo lugar en Dominion 7.5, donde luchó contra su pasado. Ese pasado que simbolizaba su llegada y sus peores momentos pero también sus sueños de años atrás. Katsuyori Shibata se enfrentaba a Kazushi Sakuraba, a quien venció en un tremendo combate.

El segundo inició en el G1 Climax donde tuvo un choque frente a una oveja descarriada. Una oveja que, pese a ser siempre fiel a NJPW y conformar una de las grandes esperanzas del futuro de la empresa, había rechazado todo lo que le representaba. Esa oveja era Tetsuya Naito, con quien tendría una rivalidad que fue clave para ambos. Presentó a Shibata como un profesional leal a NJPW y a Tetsuya como todo lo contrario. 

El tercero comenzó en la World Tag League, donde junto a su compañero Goto quien se había visto envuelto también en el feudo contra Naito, logró conectar su PK al entonces campeón NEVER Tomohiro Ishii. Shibata tenía la oportunidad de su vida en el Tokyo Dome, donde ya en 2016 venció a Ishii para ganar su primer título individual.



Ishii y Shibata ya habían dado un brutal slugfest en 2013 que puso a ambos en el mapa y este match fue otro. Shibata superó a Ishii también en The New Beggining 2016, demostrando que era el hombre número 1 en cuanto a fighting spirit en la empresa. Además, firmó un nuevo contrato a tiempo completo y por varios años de duración, certificando que esta vez no había vuelta atrás. Shibata era un hombre de NJPW.

Con el título, Shibata se vió envuelto en una rivalidad de mitad de año que muchos vieron como una mera rivalidad de transición. Por supuesto, estaban equivocados. Hiroyoshi Tenzan, Satoshi Kojima, Manabu Nakanishi y Yuji Nagata (The Third Generation) retaron a Shibata por el NEVER.
The Third Generation estaba conformada por 4 viejas leyendas de NJPW, apartadas ya de las rivalidades importantes pero que habían sostenido a la compañía durante buena parte de este siglo, incluidos por supuesto esos "dark days" en los que Shibata les abandonó.

Shibata venció a Kojima y Tenzan, pero no pudo con Nagata, quien además es uno de los entrenadores principales del Dojo de NJPW. En uno de los momentos más cargados de emoción de los últimos años, Nagata ganó su primer título individual de NJPW tras casi una década. Sin embargo, Shibata recuperó el título en la revancha y tras ello, en un inolvidable post match, mostró respeto por los 4 veteranos, quienes no solo le devolvieron el gesto sino que le aceptaron como un compañero privilegiado para lo que se venía a continuación. 



Corazón de león:

En verano de 2016 se anunciaron los participantes del G1 Climax, en el que hubo dos importantes sorpresas. Pro Wrestling Noah llevaba al torneo a dos participantes. Su ace; Naomichi Marufuji y su mayor proyecto; Katsuhiko Nakajima. Shibata venció a Nakajima, pero esto no era más que el principio. En la final del G1, The Third Generation y Shibata se enfrentaron a un combinado de Noah formado por Go Shiozaki, Katsuhiko Nakajima, Maybach Taniguchi y Masa Kitamiya. Se iniciaba una rivalidad entre los antiguos empleadores de Shibata y la empresa del león.

El feudo tuvo que ser terminado de forma prematura debido al cambio de dueños de Noah, pero Shibata tuvo un papel destacado como punta de lanza de NJ, cerrando la rivalidad entre empresas ganando en un show de Noah a su ex compañero y una de las mayores estrellas de la empresa esmeralda, Go Shiozaki.

Tras perder el campeonato NEVER ante Hirooki Goto en WK 11, Shibata pasó un par de meses defendiendo el campeonato de Rev Pro. Tras perderlo, entró en la NJ Cup. Se rumoreaba que podría ganarla, aunque debido a los retornos y a la situación reciente de la empresa no partía como claro favorito. Pero ganó.



Shibata, tras casi 5 años llenos de altibajos consiguió al fin su gran oportunidad. Venció a gente de Suzuki Gun (Suzuki), Taguchi Japan (Robison), Chaos (Ishii) y el Bullet Club (Fale) para poder optar a lo máximo. Shibata iba a por el IWGP Heavyweight Championship de Okada. The Wrestler se enfrentaba al ace de la nueva era.

El Sumo Hall explotó por Shibata en la que es, para mí, la lucha más pasional y bonita de toda su carrera. Fue su bautismo de fuego como main eventer, con una performance ardiente y llena de valor. Destrozó a Okada y cuando este encontró su hueco en forma de Rainmaker, Shibata se lanzó a por él sin rendirse ni un momento. Su derrota  no iba a ser más que otro paso en su viaje, pero el destino tenía otros planes.



Como todos sabéis, Shibata se lesionó de gravedad. En el día más grande de su carrera, su filosofía le salió cara, costándole un hematoma subdural del que aún se recupera y que le mandó dos veces a la sala de operaciones. Su carrera está en el aire pero el mismo lo ha dicho. Quiere volver y su manera de ver la vida y el pro wrestling le empujarán a ello. Y cuando lo haga, si su pasión no le cuesta su salud o incluso su vida, habrá un cetro esperándole. 

Continuará... (?)

Claro que sí.






Lo que habéis leído hasta ahora es el artículo tal cual iba a ser publicado hace 4 meses. Por suerte, puedo añadir esto ahora.

Shibata regresó en la final del G1 27 para agradecer a los fans. Feliz y muy recuperado, anunció que seguía vivo, creando un momento memorable. Dos días después explicó en su blog que su recuperación iba, poco a poco, por buen camino de cara a volver a luchar. 

Shibata es un hombre nuevo y agradecido con la vida pero tiene algo muy claro. "En la final del G1 me dí cuenta de que el pro wrestling es mi vida".

Jamás acabarán con la carrera de Shibata si no acaban con él. ¿Por qué? Porque él es "The Wrestler".




Kingbilbin
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