PROYECTO DECADAS

DIARIO WWF


El G1 Special concluyó con Kenny Omega con el campeonato de Estados Unidos, un premio coherente para un wrestler clave en el mercado internacional. Sin embargo, como veréis, fueron dos shows con luces y sombras que ahora analizaremos a nivel in ring.




DÍA 1



-Hangman Page vs  Jay Lethal



Alejandro Giménez: 

Buena lucha entre mis chicos de Ring of Honor (ROH). Esperaba un combate intenso que mostrara el odio que ha existido entre Lethal y el Bullet Club este año y no me decepcionaron. No fue el mejor combate del mundo (tampoco tenía que serlo), pero trabajaron bien y les quedó algo muy interesante.

Lethal llega al combate vendiendo el brutal ataque de Silas Young en Best in the World. Puede parecer una tontería, pero que se cuiden estos detalles, en pleno 2017, se agradece mucho. Ambos luchadores se van a las manos nada más sonar la campana y se ponen manos a la obra. Las costillas se convierten en el elemento central de la lucha y Page saca petróleo de ello como puede.

El final fue otra cosa que me sorprendió. Lethal y Page se marcan un super botch al no medir bien la distancia del Lethal Injection. En vez de ponerse nerviosos o repetir al momento el move, Lethal vende el dolor en las costillas para justificar la falta de impulso. Page se levanta, intercambian varios movimientos y cierran la lucha, ahora sí, ejecutando bien el final.

 

Simple y efectivo. Ligeramente inferior a su enfrentamiento en Honor Reings Supreme el pasado mes de febrero, pero buena lucha. Lethal comienza su ascenso a la gloria.

Puntuación: ¼




- Zack Sabre Jr vs Juice Robinson:




Alejandro Giménez:

Poco se puede analizar de este combate. Al igual que otras luchas de Juice Robinson este año, los involucrados cumplieron con creces. Juice y Sabre plantean un combate sencillo y sin pretensiones, como manda su posición en el card, y eso fue lo que hicieron

.

Buen wrestling, público entregado, Juice en modo super-babyface y Zack Sabre Jr, para callar a muchos críticos, sacando a relucir su lado más heel y violento a base de candados y una intensidad poco común. Todo fluye natural.

El combate que todo midcarder querría dar. Una prueba más que justifica la presencia de Sabre y Robinson en el G1 Climax de este año. 

Puntuación: 1/2


Kingbilbin:

Como mola Juice. Podrías ponerle contra una piedra y el tipo sería capaz de lucir como un underdog que lucha contra la madre naturaleza. Sabre era superior y lo sabía, por lo que se puso a jugar con un Juice que lo pasaba realmente mal con las sumisiones del inglés.


Por suerte, el match es mucho más que esto. Juice tuvo esas comebacks que de verdad te hacen querer que gane, mientra Sabre capeaba el corto temporal de ilusión siendo fiel a su estilo y estrategia.




Al final, se impuso la experiencia y el plan del wrestler con más trayectoria, que cerró los sueños de Juice por sumisión. Muy satisfactorio y divertido. Notable.

Puntuación: 1/2



War Machine (Raymond Rowe y Hanson)  vs Guerrillas of Destiny (Tama Tonga y Tanga Loa) (c) por el IWGP Tag Team Championship (No DQ)



Alejandro Giménez:

Raymond Rowe, en un alarde de personalidad, invoca al espíritu de Bully Ray y decide convertir este combate en una lucha sin descalificaciones, "¡Claro que sí! ¡Esto es super japonés! ¡Esto es lo que pasa en todos los shows de NJPW! ¡Este es el producto que queremos vender a nueva audiencia!" Dijo nadie, nunca.

Combate insulso y caótico. Soy muy fan de War Machine y sé que están capacitados para dar grandes luchas extremas (buenas prueba de ello es su No Rules Match con los Pretty Boy Killers en el Survival of the Fittest del año pasado); pero esto, de ninguna manera, puedo decir que fuera una buena idea.

La lucha es el típico “vamos a pegarnos con cubos y sillas” que se puede ver un evento extremo de WWE. Las dos parejas hacen pocos movimientos y, cuando solo han pasado cinco minutos, me quieren vender que están exhaustos por el despliegue físico en el ring. Para más inri, a Gedo le pareció buena idea meter una interferencia de Chase Owens que no aporta absolutamente nada, en especial cuando la gente se había olvidado de su existencia.
 

Poco más se puede decir de esto. Se pasó rápido y ganaron los mejores. Eso sí, viendo este resultado, me cabrea todavía más que G.O.D. ganara el campeonato en Dominion para tener un reinado de tres míseras semanas. Cosas de las divisiones en parejas de NJPW. La historia interminable.

Puntuación:



-Tomohiro Ishii vs Tetsuya Naito:



Alejandro Giménez:


Cuando anunciaron las carteleras y vi este combate pensé: “Buas, que excelente lucha para mostrarle al público norteamericano el estilo de New Japan y los grandes combates que pueden ofrecer”. Cuando sonó la campana y anunciaron a Ishii ganador solté algo así como: “¿Pero qué es esto?”.

Ishii y Naito son dos de los mejores luchadores que tiene NJPW. Sus combates anteriores habían sido muy buenos y con que hicieran poco podrían haber dado un gran combate; pero no fue así. La lucha comienza con un Naito heel dominador. Naito conecta big moves para castigar el cuello y la espalda de Ishii. Los minutos van pasando y me voy metiendo cada vez más en la lucha. El ritmo aumenta y no puedo esperar a ver ese turning point en el que Ishii se despierte y comience su ofensiva. Espero, espero y ese momento no llega.

Cuando pasan ocho minutos me doy cuenta de que este combate no es lo que esperaba. Esta lucha, más que un duelo entre estrellas de New Japan, parecía un enfrentamiento descafeinado al más puro estilo big match de WWE. Estructura básica (y pobre) a más no poder: big move + pinfall + kick-out. Así, hasta el infinito. Cada move tiene menos sentido y cada falso final es menos dramático.



El final, para poner la guinda al pastel, es malísimo. Nada de turning points o falsos comeback. Ishii, después de pasarse el 95% del combate recibiendo moves random, hace un mini comeback basado en 2 Lariats y su Ishii-Driller y gana la lucha. Así, de golpe y sopetón. Sin construcción o sentido alguno. La acción fue correcta, pero no puedo darle a esto mayor nota que a un mero combate que veríamos en cualquier weeklie televisivo en Norte América.

Puntuación:


Kingbilbin


La gran decepción de la noche, sin duda. Naito vs Ishii son dos de los mejores wrestlers no solo de NJPW, sino del mundo. Los precedentes eran maravillosos pero aquí naufragaron tremendamente.

El problema nace del planteamiento. Intentaron adaptarse a un match propio de WWE, pero en el mal sentido. El combate es un cúmulo de moves seguidos de nearfalls sin apenas conexión ni profundidad, en el que por supuesto no se extraen las capacidades de Naito y en el que Ishii luce hasta mal.

Ishii es un tipo maravilloso, único y que se adapta a casi cualquier cosa pero ponerle en esta posición le destrozó. Un cúmulo de lariats en la que ninguna se sentía con valor y en el que fue imposible construir ese aura de stone pitbull que recibe y las devuelve como absolutamente nadie.
Por si fuera poco, final algo anticlimático para coronar un despropósito.
Os juro que no fue un match difícil de disfrutar o muy malo, pero acabó en el terreno de la mediocridad y con estos dos me parece algo imperdonable.



Puntuación:



- Kenny Omega vs Michael Elgin:




Alejandro Giménez:


Y al fin, después de dos horas, Elgin y Omega se suben al ring y ofrecen un combate grande digno de NJPW. Estos dos luchadores protagonizaron una gran trilogía de luchas en 2016 a la que le guardo gran recuerdo. En este punto de la noche deposité todas mis esperanzas en ellos. Para mi suerte, no decepcionaron.

Combate con roles muy marcados. Por un lado Michael Elgin, el power-house destructor que controla con facilidad a base de grandes movimientos de poder. En la otra esquina, Kenny Omega, el favorito de los aficionados que tiene que aprovechar los fallos del gigante para conectar sus armas más poderosas. Buen trabajo por ambas partes. Para ser un lucha de Omega he de reconocer que todo se sintió muy natural y el desarrollo de la lucha fue orgánico.

Hay varios detalles interesantes que hicieron de este un gran combate. Tenemos Omega pecando de sobreconfianza por momentos, algo que le cuesta perder la iniciativa en varios momentos. También el German Suplex en el borde del ring. Un spot durísimo, que se sintió importante y que tuvo mucho sentido en el desarrollo de la lucha. 


El único “pero” que le puedo poner a esto es el final. Una profesora me dijo una vez que un mal titular puede arruinar por completo un gran reportaje. En el wrestling, aunque parezca mentira, pasa igual. Dos luchadores pueden estar dejándose la piel, pero si la última secuencia no es la acertada, el final no hará justicia al gran combate ofrecido. Aquí nos encontramos con un buen ejemplo de ello. En vez de buscar algo más, Omega abusa de los knee strikes y aplica un Dudbuster que se ve extraño e inofensivo, quizás quería hacer otra cosa. 



Muy buena lucha, aunque un escalón por debajo de su trabajo en 2016. El mejor combate de la noche, con diferencia. Ah, y he de decir que Elgin era mi apuesta para ganar el torneo. Así que mal por mi.

Puntuación:


Kingbilbin:


Sensaciones muy positivas, pero pudo ser mejor. Elgin vs Omega es un match bien planteado y resuelto, pero que naufraga de manera llamativa al final. Elgin usó su fuerza de manera muy orgánica e inteligente durante toda la contienda, neutralizando la peligrosa y enérgica ofensiva de Kenny.


Especialmente destacables me parecen momentos como una super crucifix powwerbomb, por lo espectacular y dominante y una brutal lariat que cortan por completo a Kenny. Dos momentos que resumen bien al Elgin actual y que vimos aquí. Un tipo grande capaz de aportar valor y espectáculo a lo que hace.





Todo seguía además una progresión muy natural y que ponía en valor la mayoría de acciones que estábamos viendo. Elgin se ha convertido en un wrestler completísimo que entiende lo que el match necesita, y por eso me da tanta rabia el final. Cuando esperabas un clímax potente y que tuviese coherencia con lo visto anteriormente apareció un festival de V-triggers inconexos por parte de Kenny que no aportaron absolutamente nada. Tan solo fueron el necesario precedente al OWA.




Un combate muy recomendable pero que pasó de joyita a algo olvidable porque en el momento de dar ese salto adelante final, decidió dar un paso atrás.

Puntuación: 1/2


-Cody Rhodes vs Kazuchika Okada (c) por el IWGP Heavyweight Championship:




Alejandro Giménez:


Para bailar un buen vals hacen falta dos. El sábado a Okada le tocó bailar con el cojo. Cody lo intentó. Como si de un galán en su baile de graduación se tratara, Cody se aseguró de que todo funcionara a la perfección: intentó no fallar, consiguió generar heat (ahora sí) como heel, vistió sus mejores galas, trajo a su mujer y lo dio todo. Lo intentó una y otra vez, durante 30 minutos, pero la guapa, la capitana del equipo de animadoras, fue demasiado para este “empollón”. El sábado en Long Beach, Cody volvió a demostrar por qué no es el quarterback del equipo.

El combate tenía big match feel. El regreso triunfal de NJPW a los Estados Unidos tenía como plato fuerte un duelo entre campeones. Nada podía salir mal, pensaban. Esto quedará de rechupete. La lucha fue buena, sí, probablemente la mejor performance de la carrera Cody si lo analizamos de manera objetiva, pero no fue suficiente. Tener un buen combate con Okada en pleno 2017 no es un logro, es lo habitual. Lo raro, lo catastrófico, es que Cody hubiera dado una mala lucha contra el mejor luchador del planeta.

Un evento principal de 30 minutos con “muchas cosas”. Entrecomillo este “muchas” porque sí, sucedieron cosas, pero para mi todas, o al menos la inmensa mayoría, estuvieron vacías. Este combate fue trabajado como un big match de WWE. Para el que le guste esta fórmula, genial, lo disfrutaréis como el que más. Para mi, fan del King’s Road, no es algo de lo que pueda disfrutar. No es algo que quiero ver estelarizando NJPW. Lo dije cuando ganó el cinturón en Best in the World: si Cody da algo decente será bajo la fórmula WWE. Esto no tiene nada de malo; pero no es mi estilo.

10 minutos iniciales vacíos y sin sentido alguno. Movimientos simples para presentar los personajes. Okada en modo campeón dominador total y Cody dándose cuenta de que el reto era más difícil de lo que imaginaba. Los segundos pasan y la cosa se va poniendo seria. Cody toma la batuta del combate y comienza a su ofensiva. Aquí viene mi gran problema: la ofensiva de Cody. Nadie en su sano juicio piensa que Cody está a la altura de Okada o que puede derrotarlo. Ni dentro ni fuera del kayfabe. La ofensiva y el domino de Cody, por lo tanto, me parecen artificiales y para nada creíbles. Si no me lo creo, no me transmite y no puedo conectar con la lucha.

La segunda mitad tiene todo lo que odio. Okada haciendo dos Rainmakers y no buscando la cuenta de tres. Cody resucitando de como si nada. Robo de finishers. Finisher spam. Intervenciones. Drama dejando caer una ruptura en el Bullet Club al más puro estilo NWO Wolfpack vs NWO Hollywood. Luego, para rematar, tengo que soportar a la gente alabando esta lucha y a Gedo vendiéndome que esto es “Strong Style Evolucionado” y la joya de la corona de su empresa.

 

No veo NJPW por este tipo de combates. Esto no es NJPW. Esto es un gran main event de WWE ¿Quieres sorprender al mundo? Enséñales tu producto. No una versión glorificada de lo que hemos visto en Norteamérica toda la vida. La peor defensa de Kazuchika Okada, de lejos. Encima, como fan de ROH, tengo que ver a “mi” campeón mundial ofreciendo semejante circo y a Okada pasándole la mano por la cara. Yo no veo New Japan por esto. Si me gustara el entertaiment vería WWE. No quiero gente haciendo No DQs, no quiero big moves mania ni main events de WWE. Quiero combates que me transmitan y me hagan sentir. Combates de alto nivel in-ring. Quiero un show de NJPW. 



En general, un combate bastante olvidable. Técnicamente es la mejor performance de Cody, pero disfruté más de otros combates suyos (vs Riddle en WCPW, vs Bad Bones en el Carat Gold, vs Lethal en Supercard of Honor). Ojalá Cody entienda algún día que no está a la altura del equipo de fútbol o baloncesto, que lo suyo son los videojuegos y los juegos de rol.

Puntuación: 1/4

Kingbilbin


El main event funcionó
, que no es poco, pero jamás alcanzó las cotas que se le presuponen a una defensa importante de este campeonato. Cody tenía la suerte de tener a todo el público en contra desde el inicio, por lo que sus penosas y anacrónicas tácticas heel "funcionaron" para crear heat y dar un punto de partida adecuado a lo que se venía.


El combate está bien planteado, con una estructura cercana al ME de WWE pero toques de NJPW y que no chirríaba demasiado. Poco a poco y sin preeliminares exagerados, el match va avanzando y saliendo adelante. Llega un punto en el que Cody se cree quien no es y Okada, por primera vez en eones, vuelve al rainmaker mode de 2012 con un punto extra de mala leche. Quien tiene delante no es nadie más que Cody, y le desprecia y humilla cortando por completo el momentum que había acumulado. Okada me convence de que está a años luz de su oponente, generando un momento muy poderoso.






Kenny aparece para tirar la toalla y generar un conflicto (baia, lo de Dominion tuvo algo más de sentido) y tras unos momentos de confusión aparecen esos momentos de drama y emoción que aportan a un final. A partir de ahí el match acelera y tenemos unos minutos muy interesantes que además incluyen unos falsos finales que, si no fuera porque era Cody, me habría comido por completo. Reversals de finishers, robos del rainmaker y el cross rhodes...  recurso algo fácil, pero que logró su objetivo totalmente.




Desgraciadamente, pese a lo bueno de la parte final, la última secuencia hace aguas por todas partes. Se crean momentos anticlimáticos, la burla de Okada a Cody se devalúa y aparecen momentos artificiales como Okada haciendo un spinning leaping tombstone que no vale absolutamente nada y que contradice todo lo que habíamos visto antes. Por si fuera poco, la secuencia queda sucia en el mal sentido. Okada sentencia a un Cody que ha mostrado que sigue teniendo errores de bulto.

A lo citado anteriormente debemos añadir una ofensiva que necesita pulirse, errores importantes de timing en secuencias clave y ese "algo" que le impide aportar valor a lo que hace. No tiene ese forearm, no tiene esa expresión facial, no tiene ese punto de tomar una decisión genial... simplemente es un tipo más que ha aterrizado en el main event y que saca adelante la papeleta.

En conclusión, estamos ante un match recomendable que funciona realmente bien, pero al que le faltan tantos puntos de genialidad que se convierte en la cosa más olvidable del reinado de Kazuchika Okada a nivel puramente in ring.

Puntuación: 1/2



DÍA 2



- Kenny Omega vs Jay Lethal.




Alejandro Giménez:


Buena lucha para abrir las semifinales del torneo. Omega y Lethal optan por continuar con el trabajo a las costillas de Jay y consigue sacar petróleo de ello. Bonito también el detalle inicial de Omega pateando con dureza la zona abdominal de su rival para lanzarle fuera del ring, tal y como hiciera Bobby Fish en el 15 Aniversario de ROH. Lethal, como es habitual, vende bien y transmite la idea de que lucha con una clara desventaja.

El combate es corto. Tiene sentido al ser una semifinal. Ambos luchadores quieren llevarse la victoria rápido, y ese se convierte en el mayor de sus problemas. Lethal y Omega intentan conectar sus movimientos finales en cuanto pueden, sin trabajar suficiente a su rival. Esto desemboca siempre en fases de dominio del contrario y le da mucho dinamismo a la lucha. 





Con más minutos estoy convencido de que esto podría haber sido un combate mucho mejor, pero no había necesidad. Quedé sorprendido con la victoria de Omega. Con Elgin fuera creí que Lethal se alzaría campeón. Sorprendido también me dejó la secuencia final: nula creatividad y sobre-explotación de la Running Knee.

Puntuación:
¼


Kingbilbin:

Empezó muy bien y se desinfló un poco, pero decir que esto fue malo sería injusto y mucho. Lethal conectó rápidamente varias superkicks, su finisher, su secuencia de dives y un elbow drop. No bastó para vencer a Omega que se saldría de una figure four para iniciar otro match.  Este no fue la gran cosa, y se basó en mostrar un lado de ambos no muy excesivo, pero si con un ritmo alto y constante y varias reversals.




En conjunto puedo decir que no quedó mal, pero lo vi algo falto de contenido real. Jamás me tragué a Lethal ganando y eso tampoco ayuda, pero cuando un match es bueno de verdad, estas cosas suelen sentirse si planteas un combate de este estilo. La secuencia final se puede considerar correcta, con un bonito OWA tras neutralizar un reversal de Jay. Buen resumen de lo que fue el combate.

Puntuación:


- Tomohiro Ishii vs Zack Sabre Jr:



Alejandro Giménez:

Choque de estilos en su máxima expresión. Optan por un inicio clásico, en el que el joven (Sabre) comienza a soltar codazos para demostrar que no teme a Ishii. Los roles de monstruo destructor y heel escurridizo y agresivo quedan muy marcados.

Sabre, como de costumbre, trabaja el brazo de su rival. Una y otra vez. Con candados de todos los estilos y colores. Un repertorio y precisa ejecución al alcance de muy pocos. Digno de mención también es la capacidad de Ishii para salir de su molde ideal de combate y adaptarse a todo tipo de rivales y estilos.

La lucha tiene buenos momentos, como el super-candado de Sabre que a punto está de tumbar a Ishii. 

Pero también tiene problemas, como el excesivo selling de Ishii o la corta duración. Tampoco voy a decir que era necesario alargarlo más; a fin de cuentas esto era una semifinal y había que reservarse para el gran duelo final.

Puntuación:
½



 

Kingbilbin: 

No daba un duro por Ishii, pero por suerte me equivoqué. Tampoco confiaba en que este match me gustase pero así fue. Ishii vs Sabre es un match muy notable y lleno de cosas interesantes.

Desde el primer momento se plantea algo evidente pero que no aprecias totalmente hasta que lo ves. Sabre no tiene opción alguna en un intercambio con Ishii, y rápidamente aprovecha su estilo técnico y cada hueco para castigar poco a poco a Tomohiro. El llaveo funciona a la perfección e Ishii deberá salir adelante a base de fighting spirit ante un Sabre cada vez más cómodo.

El choque de estilos resulta natural e interesante, aportando profundidad y dando momentos de mucho interés. A destacar una sumisión en la parte final en la que daba por hecho que Ishii se rendiría o varios momentos en los que el selling de Ishii es excelente, logrando crear huecos con su fuerza pero pagando el precio inmediatamente después dado el castigo a sus extremidades.



El final es genial. Ishii escapa de la guillotina pero Sabre le encuentra para conectar su finisher de pin, la Penalty Kick. De poco le sirve esa patadita contra el espíritu de Ishii, que ni la vende y destruye al británico con una lariat y su brainbuster. Simple, coherente y muy potente. Así si, joder. MOTT.





Puntuación:


- The Young Bucks (Nick y Matt Jackson) (c) vs RPG Vice (Rocky Romero y Beretta) por el IWGP Jr Tag Team Championship:




Alejandro Giménez:


Este combate me pareció muy interesante. Los Bucks y RPG Vice se enfrentaban a la difícil papeleta de replantear un combate que ya habíamos visto muchas veces. En esta ocasión, para romper un poco su esquema típico, los Bucks se la jugaron con una lucha de 22 minutos con un limbwork muy marcado. La apuesta les salió bien, pero no llegó al siguiente nivel.

Comencemos con lo bueno. El trabajo a la espalda de Baretta fue sensacional. Los Bucks aplicaron, única y exclusivamente, movimientos dirigidos a la espalda o cabeza de Trent. Parecerá sencillo, pero pocos luchadores hoy en día se molestan en cuidar estos detalles. Los hermanos Jackson parten en el ring a la perfección y controlan como auténticos heels. Baretta, una vez más, estuvo genial al selling y se marcó una de las mejores actuaciones de su carrera.

 

El ritmo se mantuvo alto en todo momento. Romero apareció en los momentos indicados a hacer sus clásicos y efectivos comebacks. El final, ahora sí, tuvo sentido y se sintió orgánico. Los movimientos finales fueron impactantes y se cerró el círculo con el doble Shapshooter final. En Dominion se sintió raro, aquí salió natural. 



Lo malo, porque siempre algo a mejorar, fue el uso de las normas. Por momentos parecía que los Bucks querían tirar por su versión japonesa, trabajando lento y respetando los tags. Luego, de la nada, la versión PWG más spotty apareció y la lucha se convirtió en un Tornado Tag. Una cosa o la otra está bien. Mezclarlas y confundir al espectador, mal.

También he de señalar algo que a mi, personalmente, me molesta mucho: el uso de Piledrivers y similares como movimientos de transición que generar nearfalls sin drama. Osea, que Baretta se come un piledriver en el borde del ring y un Gotch Style Piledriver y ¿me tengo que creer que puede levantarse como si nada? Llamadme antiguo, pero a mi estas cosas no me gustan nada.

Buena manera de cerrar la rivalidad. Combate ambicioso con momentos épicos. Lástima los errores que lo privaron de ser algo más. La idea fue mejor que la de Dominion, pero la faltó una gran ejecución.

Puntuación:




 
- Hiroshi Tanahashi vs Billy Gunn por el IWGP Intercontinental Championship:




Kingbilbin


El matchup no podía ser más raro en el mal sentido, pero lo sacaron adelante. Realmente no hay mucho que contar, salvo que metieron un spot un tanto ridículo con bajas de pantalones para ambos y un trabajo decente in ring. Gunn tuvo cierto control atacando el brazo de Tanahashi y hasta consiguió conectar el famouser pero de poco le sirvió ante un Tanahashi que aun trabajando a medio gas logró sacar adelante un combate de responsabilidad bastante incómodo vía High Fly Flow.





Si, no fue terrible pero se queda lejos de ser una lucha recomendable. Me parece encomiable que esto haya pasado desapercibido, en lugar de ser uno de los puntos negros del fin de semana.

Puntuación: 1/2



- Kenny Omega vs Tomohiro Ishii por el IWGP USA Championship:





Alejandro Giménez:

No me gustó. No voy a engañar a nadie. Este combate no me gustó. Me pareció una mala lucha. Así de simple. Ahora que ya sabes mi opinión, eres libre de seguir leyendo mi análisis o hacer otra cosa.

Entiendo que el combate esté llamado a ser épico. Entiendo que es la final de un torneo, que se está coronando al primer campeón de un nuevo cinturón y que es un show clave para tu expansión de los Estados Unidos. Entiendo, también, que es el tercer duelo entre dos de tus mejores luchadores, Tomohiro Ishii y Kenny Omega, y que quieres que salgan a darse con todo a vender el “Strong Style Evolucionado”. Mi pregunta es: ¿Por qué tienen que forzarse las cosas? ¿Qué necesidad hay de meter mil ideas con calzador en una sola lucha? ¿Por qué un luchador tiene que estresarse para crear un clásico? ¿Por qué?

No me gusta Kenny Omega. Es un luchador que entiende a la perfección en wrestling; pero, como en otras tantas cosas en la vida, su visión y la mía son muy diferentes. Omega visualiza en su mente el combate perfecto y se esfuerza como nadie para plasmarlo sobre el ring. Lo consigue, mejor que muchos. Lo admiro y respeto, de verdad, pero no me gusta. No me gusta la idea de tener que meter tantos movimientos alocados “porque sí”. No me gusta esa super exageración de las expresiones faciales. Detesto un clímax que debe ser clímax. Me gustan las cosas orgánicas y naturales. Que fluyen y salen solas. Puede que este combate sea eso para Omega; pero para mi no.
  

El combate pintaba bien. Parecía el típico duelo entre tipos duros en Japón con el storytelling básico: vamos a matarnos para conseguir la victoria, cueste lo que cueste; el que impacte el movimiento más devastador gana. La historia me gusta y he disfrutado de muchas luchas así; pero como dije en reseñas de sus anteriores combates, los Ishii vs Omega no conectan conmigo. No tiene nada de malo. Unos lo amaran y otros lo odiarán, como yo. Es lo bonito del wrestling.

El combate tiene sus cosas buenas. Hay secuencias tremendamente impresionantes y momentos dramáticos. La lucha, me atrevería a decir, me estaba convenciendo hasta el spot de la mesa. Un punto clave trabajado a la perfección. Con Ishii aferrándose con todo a la cuerda para no caer y un Omega que estaba dispuesto a matar a su rival para hacerse con todo. Hasta aquí todo bien. Lo que vino después, fatal.

La parte final (14 últimos minutos), se me hizo eterna y artificial. Entendí la idea de este intercambio de movimientos imposibles y los dos luchadores negándose a caer derrotados. Pero no conectó conmigo. Quizás algo más corto y compacto habría funcionado mejor. Quizás tendrían que haberlo comprimido todo y hacer menos movimientos que se sintieran más importantes. Hubo cosas chulas, pero cuando me das tantas y tan seguidas, haces que no me aburra y que no me impresione con nada. Los falsos finales pierden valor y el drama cae. 



En definitiva, como todas las grandes obras maestras de cualquier arte, es un combate que divide opiniones. A algunos os emocionará, a otros os aburrirá y a algunos simplemente les generará indiferencia. Esto es lo bonito del wrestling. La diversidad de opiniones y el debate sano. Podría haber utilizado este espacio para decir todo lo que odié de la lucha, pero preferí invertir mi tiempo en reflexionar y tratar de entender el objetivo de Ishii y Omega.

Puntuación:
3/4

Kingbilbin: 


La final del torneo siguió la tónica de sus anteriores enfrentamientos, pero creo que fue el peor de todos.
Una construcción interesante, una parte media francamente buena y una parte final que en lugar de sentirse como un clímax brillante y eléctrico coherente con lo anterior, en esta ocasión pareció un despiporre aleatorio de reversals y V-Triggers. El conjunto global queda resultón y muy correcto, pero no puedo evitar sentir que esa parte final estropea un poco todo lo demás.

Me fastidia mucho que un spot bien trabajado y que parecía relevante, quedase como una anécdota debido al festival de running knees de Omega, lo cual me está empezando a molestar.






Ishii es un tipo que se presta siempre a este tipo de intercambios y le benefician, pero quemar tantas naves en una única carta reduce la frescura y devalúa tanto la resilencia de Ishii como la ofensiva de un Kenny que cada vez luce peor. Me parece un worker notable, pero la V-Trigger puede acabar convirtiéndose en una carga para un tipo que es bastante creativo y que tiene un repertorio lo suficientemente amplio como para caer en su propia trampa de rodillazos una y otra vez.

Lo que iba a ser el mejor match de este especial se quedó en algo bastante bueno y recomendable, pero un paso por detrás bastante claro respecto a lo vivido en los precedentes. Se repitió el último en cuanto al resultado, con Kenny llevándose el título con el OWA para alegría del público americano.

Puntuación:
1/2



Aclaración: 

Para esta review, Alex ha usado las estrellas como múltiplos de 2, mientras que King ha usado el sistema de valoración canon de Dave Meltzer. Un 5 para Alex serán **1/2 mientras que para King, algo cercano al 5 serán **. En la próxima se usará el mismo sistema, lamentamos las molestias.

Esto ha sido todo. Os recordamos que el miércoles, en exclusiva para nuestro canal de youtube tendréis disponible un análisis de las consecuencias del evento y una valoración general del mismo por parte de los autores de esta reseña. Un saludo.

@AlexGimenezBCN

Kingbilbin.

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