Una breve reflexión sobre el rumbo actual del pro wrestling.
Sin llegar al nivel de intensidad de 2016, el BOSJ ha provocado otro choque entre Ospreay y Ricochet. Varios críticos han vuelto a comentar y defender su manera de entender el pro wrestling.
Dicen que los tiempos han cambiado… ¿Es eso cierto?
Ricochet y Ospreay han basado sus dos enfrentamientos más conocidos en la espectacularidad, plasmando en el ring combates que lucían más como una exhibición de habilidad que una simulación de competición. El año pasado; Vader, leyenda del pro wrestling y del puroresu; cargó contra Will, el cual se defendió junto a casi todo wrestler independiente. La escena indy saltó sobre el ex campeón mundial y a esto se sumó gran parte de la IWC.
“Los tiempos han cambiado” clamaba Ricochet. “Han mostrado psicología” decían los Bucks. “Bla bla bla, vivo de hacer cosas sexuales en salones de bingo” supongo que diría Joey Ryan.
Resulta llamativo, como en esta “evolución” del producto, se ha perdido el corazón. Supuestamente la libertad que muestran estos wrestlers es lo que define al pro wrestling como un arte, pero si vemos su definición, la cosa cambia:
“Arte es la actividad o producto con una finalidad estética y comunicativa que busca expresar o reproducir una visión, pensamiento o visión del mundo”. Como vemos, el wrestling se ajusta a esta definición en buena medida, pero no la suficiente. El wrestling es un producto de entretenimiento cuya finalidad es ser rentable y entretener como fin último, quedando algo tan fundamental como la segunda parte de la definición en un plano secundario.
Viendo esto, resulta evidente que la “evolución” del arte que proclaman estos wrestlers lo aleja cada vez más del concepto que quieren alcanzar. Este nuevo estilo que ellos proclaman se basa en difuminar cada vez más el selling y la profundidad de los matches para convertirlo en una exhibición físicia y en historias más simples. Se pierden capas, se pierden matices, se pierden fases y por lo tanto se pierde narrativa en favor de la espectacularidad.
Al quitarle narrativa al wrestling, reduces algo fundamental en el arte como es la capacidad de comunicar. El wrestler queda reducido a un atleta que podrá tener una mayor o menor agilidad, fuerza y otros parámetros atléticos, pero perderá la capacidad de contar una historia para entretener que es la máxima meta del pro wrestling.
Y no solo eso, al convertirse en una exhibición de capacidades atléticas pierde otra cualidad, la reproducción o imitación de la realidad. El tono irreal y coreografiado roba legitimidad, pero también el sentido artístico de reinterpretar de manera fiel una confrontación deportiva, la cual es una base del propio pro wrestling.
Estos wrestlers han decidido que el camino para salir adelante es la espectacularidad, cuando únicamente están eligiendo el camino fácil. Decir al resto que no tienen ni idea y que están evolucionando resulta cómicamente ofensivo ya que hace 20 años Liger, Mysterio y El Samurai ya hacían esto y además con una profundidad y un trabajo narrativo maravilloso. Compara un match cualquiera de Ospreay con un match random de Mysterio en TV y comprueba la diferencia.
Si tuviéramos por un lado un filme espectacular y con una historia simple, tendríamos Fast and Furious. Si tuviéramos por otro un filme con una historia más profunda y un desarrollo mayor pero su punto de espectacularidad tendríamos Blade Runner. ¿Cuál se acerca más al concepto “arte”? Estas preguntas se contestan solas y además, en el caso del pro wrestling, no llenan butacas.
El wrestling puede ser considerado más un producto de entretenimiento que un arte, pero si este espectáculo quiere acercarse como tanto proclaman al arte, el camino desde luego no es este. Por supuesto que el estilo de Ricochet vs Ospreay es válido, pero es un nicho de mercado más en un producto, no una evolución de este espectáculo que tanto amamos a unas cotas mayores, las del arte en el estricto sentido de la palabra. Más bien es todo lo contrario.
¿Estás de acuerdo? ¿Quieres añadir algún matiz? Te invito a participar en la caja de comentarios. Un saludo.
Kingbilbin
