PROYECTO DECADAS

DIARIO WWF


Wrestlemania se trata de ver una vez más al Undertaker aumentando su record, de Triple H usando 30 extras en su entrada, y del candidato a MOTY que sale casi todos los años. Pero no todo es un show exclusivo de los grandes nombres, también están los combates de relleno y peleando en ellos los a veces invisibles jobbers. Este artículo va dedicados a ellos, a los luchadores menos importantes del magno evento.

El jobber es un wrestler cuya función es perder con el objetivo de potenciar la credibilidad de gente que está en una posición superior del roster. Es una palabra bastante utilizada en la IWC para definir a cualquier luchador con una racha de derrotas, pero a decir verdad el jobber no se define tanto por la cantidad de veces que pierda sino que por su mínima presencia en combates de alto nivel. Por ejemplo, Luke Harper ha perdido casi todos los combates importantes de su carrera, pero el mero hecho de tener ese tipo de combates no lo convierte en un jobber. Aunque cualquier luchador local que llega a los squashes de Braun Strowman es también un jobber, en esta ocasión me detendré más en la gente fija del roster, es decir el lowcard.

WWE casi siempre tira toda la carne a la parrilla cuando se trata de Wrestlemania, así que de una u otra forma hacen que toda la gente del main roster participe. También ha habido excepciones cómo la de Wrestlemania 29, pero en general la tendencia desde la Attitude Era es encontrarse hasta con gente cómo Darren Young en el magno evento aunque no hagan acto de presencia en todos los otros PPV´s del año. El jobber no va a llegar a un combate individual y probablemente ni siquiera salga del kick-off, más bien tendrá la función de ser una de las muchas caras en algún combate atestado de gente. La estipulación más recurrente es la battle royal, a la cual recientemente se le trata de dar más atractivo con un nombre bonito (André the Giant Memorial) y un trofeo. En otras ocasiones las participaciones de los jobbers se han manifestado en multitudinarios tag teams, de leñadores en lumberjack matches o en dispersos combates usando la regla 24/7 del título hardcore.



Con respecto a los jobbers, el reciente Wrestlemania 32 resulta bastante peculiar. Las lesiones de varios wrestlers claves en los meses anteriores provocó la necesidad de sustituirlos por gente que estaba un escalón más abajo y a su vez estos crearon un vacío en el mid-card que terminó siendo rellenado por gente sacada del lowcard. Donde se hizo más evidente esta situación fue en el combate de escaleras, ya que por un lado estaban quienes realmente competían en la liga del intercontinental y los luchadores que no pintaban nada ahí (Sin Cara, Stardust y Zack Ryder). De no ser por tantas ausencias importantes, es posible que Zack Ryder nunca hubiese obtenido la mayor victoria de su carrera. La situación de Wrestlemania 33 no podría ser más distinta, es más, para el momento en que escribo este artículo (una semana antes del show) hay unos cuantos uppercards que al parecer no tendrán un combate individual.

A pesar de que a veces resulta molesto para el espectador tener estos combates carentes de importancia, claramente la perspectiva cambia desde el luchador que vive esto. Puede que sea el jobber más insignificante, pero al fin y al cabo está participando en Wrestlemania, la meta de muchos de los wrestlers que llegan a WWE. Recuerdo que en una entrevista Sin Cara destacó la gran experiencia que fue Wrestlemania 32 en el ya mencionado combate de escaleras. Un encuentro en el que no destacó gran cosa y donde nunca fue un favorito. El Wrestlemania moment no es algo que solamente viven los protagonistas del show, porque para algunos el mero hecho de estar ahí es un Wrestlemania moment en si mismo.






Ignacio Meñique
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