PROYECTO DECADAS

DIARIO WWF


El wrestling independiente estadounidense está de enhorabuena. El famoso promotor y creativo Gabe Sapolsky, conocido por su trabajo en ROH durante la “Era Dorada”, ha comenzado el año 2017 como mejor sabe, ofreciendo wrestling de calidad.




Cuando la distribuidora de wrestling independiente World Wrestling Network (WWNLive) anunció que había firmado un acuerdo de colaboración con el portal Flo Slam a los aficionados de la escena indy se nos escapó una sonrisa. Los tiempos de pagar 15$ por cada show de EVOLVE pasaron a mejor vida, ahora, con la llega de Flo, podemos disfrutar de todos los eventos que ofrezca WWNLive a un precio unificado de 20 dólares al mes. Esto, más allá de una alegría para nuestros bolsillos, supone que decenas de talentos que luchaban en empresas poco conocidas tendrán mayor exposición. Aficionados a EVOLVE de todo el mundo (entre los que me incluyo) empezarán a disfrutar del contenido del resto de empresas de Flo Slam para amortizar la inversión. “Ya que estoy pagando”, decía, “tendré que amortizarlo al máximo”.
Con el fin de ofrecer un contenido variado, WWNLive ha decidido dar una identidad diferente a cada una de sus empresas. La ya asentada Full Impact Pro (FIP), por la que han pasado talentos de la talla de Roderick Strong, Bryan Danielson o Go Shiozaki, está ahora en manos de Gabe Sapolsky. Por otro lado, nace Style Battle, una nueva empresa en la que cada episodio presenta un torneo de eliminación directa diferente. Ambas promociones dieron el pistoletazo de salida al año 2017 en Flo Slam. Talentos de todo EE.UU. se dieron cita en Florida para lo que prometía ser un fin de semana cargado de emociones. Como no podía ser de otra manera, un servidor no dudó en perdérselo.


DOS ESTILOS MUY MARCADOS
Style Battle y FIP, cada uno a su manera, brillaron ante un valiente grupo de aficionados que desafiaron al frío (el recinto tenía una parte del techo abierta). El local, a diferencia de lo que Gabe no tiene acostumbrados, presentaba una estética la mar de impactante. Detrás de dos de los laterales del ring nos encontramos con varias plantas, altas y frondosas, que creaban un ambiente al más puro estilo jardín botánico.
La mayor parte del talento trabajó ambas noches. A priori, este era un detalle que no me terminaba de convencer; sin embargo, FIP y Style Battle fueron capaces de ofrecer dos productos claramente diferenciados. El sábado, en Style Battle, la presentación escogida fue muy similar a la de una competición deportiva. Ocho luchadores se enfrentarían en combates de eliminación directa (con límite de tiempo a 30 minutos en la primera ronda) durante toda la noche. El ganador recibiría un billete directo a la final de la primera temporada de Style Battle.
El concepto de Style Battle es llamativo. El hecho de que cada show sea presentado de manera individual provoca gran expectativa entre los aficionados. En la práctica el resultado fue el deseado. Ocho luchadores independientes pudieron trabajar, unos más que otros, para darse a conocer. Los ganadores pueden ser cuestionados; pero todos tuvieron su momento de gloria y fueron tratados con respeto y cómo deportistas muy a tener en cuenta.
Lejos del honor y la pasión por la competición, el domingo pudimos disfrutar de la nueva FIP. Gabe Sapolsky estuvo promocionando durante días que FIP sería más violenta y agresiva que nunca, es decir, una empresa no apta para todos los públicos. Entre estos mensajes y la baja calidad mostrada durante los últimos dos años, mis ganas de ver FIP eran nulas. Al final, decidí darles una oportunidad.
El re-lanzamiento de FIP fue todo un éxito. Si bien es cierto que el show tuvo algunos combates para el olvido y decisiones cuestionables, hay que reconocer que el esfuerzo de Gabe Sapolsky dio sus frutos. La última hora y media de evento me dejaron con un muy buen sabor de boca. Combates muy entretenidos, un público animado y personajes con profundidad, requisito imprescindible para triunfar en las indies, pusieron punto y final a un gran fin de semana de wrestling en Florida.


LAS ESTRELLAS DEL FIN DE SEMANA
El primero de los shows (Style Battle) fue la carta de presentación perfecta para los nuevos diamantes en bruto de Gabe Sapolsky. El veterano Dave Crist se alzó con la victoria en el primer episodio del torneo. Sus combates no fueron los más destacados de la noche, pero tuvieron un ritmo dinámico y una estructura clara. A veces, cuando llevas un rato viendo a jóvenes luchadores haciendo flips, echas en falta un poco de agresividad y pausa. Eso fue exactamente lo que ofreció Dave en sus combates.
Dos talentos que brillaron con luz propia fueron Austin Theory y Anthony Henry. Estos luchadores demostraron por qué habrá que tenerles muy en cuenta en 2017. De entre todos los participantes del torneo, Theory y Henry fueron los únicos que mostraron algo diferente. Todavía tienen un largo camino por recorrer, pero su base es la correcta. Austin Theory se lució en dos luchas individuales. La fuerza y unas buenas expresiones faciales fueron lo que más me impresionaron de él. Por su parte, Anthony Henry se presentó como un futuro maestro técnico. Su versatilidad en el ring y capacidad para relacionar secuencias de movimientos sin errar es algo que pocos luchadores independientes aprenden en tan poco tiempo. Muchos dicen que su combate con Fred Yehi en Style Battle fue lo mejor del fin de semana, yo discrepo. La lucha fue construida de manera inteligente, pero a Henry todavía le falta rodaje para aguantar 30 minutos en el ring trabajando de manera coherente sin que se sienta forzado.
Para demostrar que no todo es hacer movimientos impresionantes tuvimos a The Hooligans. Los campeones en pareja de FIP retuvieron exitosamente su oro en un divertido brawl al más puro estilo old-school. Sus rivales (Drennen & Parrow) no eran los mejores para dar un gran combate; sin embargo, ambas parejas aprovecharon que todas las luchas del show eran “Sin Reglas” para hacer de su enfrentamiento algo muy disfrutable. A veces, como se suele decir, menos es más. The Hooligans animaron la noche del domingo con sus coloridos personajes y torpes golpes con objetos. Dieron el combate que necesitaba el show. Recomendado si te gustan los brawls.
El otro punto alto del fin de semana, en lo que a personajes y storyline respecta, fue el nacimiento de “Los Amigos del Tío John”. Durante el show de FIP, Sami Callihan, Dave Crist, AR Fox, Darby Allin y Priscella Kelly interrumpieron los primeros combates de la noche, ¿su misión? Reclutar a gente a grito de “¿Conoces al tío John?”. En principio me molestó y no le vi mucho sentido. Finalmente, se concretó que este peculiar grupo se enfrentaría a Desmond Xavier, Sammy Guevara, Jason Cade y Jason Kincaid en el evento principal de la noche. Y vaya combate nos ofrecieron estos ocho luchadores. Una auténtica locura de brawl dominado por el caos. Golpes por todas las partes del recinto, saltos desde balcones, sillas, mesas… La lucha tuvo todo lo que se le podía pedir. Una spotfest al más puro estilo ECW (salvando las distancias). Los “amigos” se terminarían llevando la victoria, dejando claro que son el gran rival a batir en FIP. La pregunta ahora es, ¿conoces tú al tío John?
Lejos de brawls incoherentes, el auténtico MVP del fin de semana fue Fred Yehi. El luchador que mejor ejemplifica eso de “lo mejor viene en frascos pequeños”, volvió a demostrar por qué es uno de los luchadores con más potencial de toda la escena independiente. Más allá de su despliegue técnico en Style Battle (al que nos tiene acostumbrado en EVOLVE), Yehi dejó claro en que es capaz de adaptarse a cualquier tipo de situación. A pesar de tratarse de un combate hardcore, el campeón peso pesado de FIP sacó a relucir sus mejores atributos: la superioridad, el dominio y un excelente pacing. La lucha en ningún momento se vio forzada y se desarrolló con armonía en todos sus compases. Su rival, Teddy Stigma, aprovechó al máximo la compañía de Fred para venderse como un retador muy a tener en cuenta. No hay nada más maravilloso que encontrarse con joyas de manera inesperada. Lo mejor del fin de semana.


PROBLEMAS A CORREGIR
Los esfuerzos de los luchadores y responsables detrás de las cámaras para sacar adelante estos dos eventos vieron sus frutos. A pesar de ello, no puedo pasar por alto algunos errores que necesitan ser solventados de cara a futuros shows.
En el caso de Style Battle, muchos luchadores fueron presentados sin historia o personaje detrás. Dar saltos está muy bien, pero necesitas algo más que un par de Moonsaults para conectar con el público. Aunque pueda sonar contradictorio, eché en falta una mayor variedad de estilos en esta “batalla de estilos”. El hecho de llegar a empates por límite de tiempo es necesario, lo sé, pero creo que hubiera sido correcto esperar y utilizar a luchadores más experimentados. A EVOLVE le funciona a la perfección hacer shows por debajo de las tres horas. Style Battle duró más, con peores talentos, y se notó.
Mención aparte merece el 13-Man Elimination Fray Match. Un auténtico desperdicio de talento y tiempo en el que pudimos ver a 12 luchadores random (y a Jason Kincaid) pelear durante 10 minutos en el que fue, de lejos, el peor combate del fin de semana. Ningún luchador pudo presentarse ni demostrar nada. Si no conozco a los luchadores y el combate no es bueno, ¿qué sentido tiene bookearlo? Innecesario a más no poder.
FIP ofreció un show mucho más compacto y diferente en líneas generales, lo que hizo de él algo mucho más disfrutable. Sin embargo, me niego a volver a ver 40 minutos de combates insulsos con interferencias. Eso no es “violento” Gabe, eso es mal bookeo, por mucho que luego esté justificado. Lo que tampoco ayudó fue el constante mensaje de los anunciadores y comentaristas de “esto es súper violento, duro y no-PG”. Primero, porque no fue así, segundo y más importante, porque el show fue muy bueno tal y como se desarrolló, no intentes hacer otra ECW para ser “diferente”, por favor.
Para concluir, puedo decir orgulloso que mereció la pena invertir casi seis horas en el visionado de estos dos eventos. A pesar de lo que muchos quieran decir, la escena independiente está muy viva. Los grandes talentos se marchan en busca del estrellato en empresas importantes, sí; pero es que esto es lo bonito del wrestling independiente. Unos se van y otros llegan, jóvenes y con ganas de comerse el mundo. Gabe Sapolsky es un experto a la hora de utilizar nuevos talentos y darles una identidad diferente a sus shows. Con Style Battle y FIP Everything Burns 2017 sacó a relucir algunas de sus carencias, pero, por encima de todo, demostró que sigue siendo capaz de ofrecer un producto fresco e interesante. Lo has vuelto a hacer Gabe, lo has hecho de nuevo…

Alejandro Giménez

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