"I'm goin' down to New Orleans to see about a friend of mine, I'm goin' down to New Orleans and leavin' all of this behind (...) When I get to New Orleans someone gonna treat me right". WWE no podría estar más orgullosa de realizar su trigésimo cuarta edición de WrestleMania en una de las capitales norteamericanas del jazz, el blues y la música en general, y así lo demuestra con la elección para este de la canción del "bueno" de Kid Rock, esperando llegar a Nueva Orleans para que "les traten bien", y esto no podía ser más irónico, porque justamente a ellos sí que les tratarán bien... aunque ojalá pudiera decirse lo mismo del resto de empresas que van a formar parte del ya famoso "Wrestlemania Weekend".
Demos un poquito de contexto a esto. Luisiana, el Estado del Pelícano, es un territorio ubicado en la zona sur de Estados Unidos bañado por las aguas del golfo de México, limítrofe de Mississippi por el este, Arkansas y Oklahoma por el norte y Texas por el oeste, y cuya capital es Nueva Orleans, sede este año del mayor acontecimiento mundial del wrestling; WrestleMania. Localización, historia... Supongo que todos podemos relacionar el lugar con el por qué de la polémica que ha despertado estos últimos días. A pesar de lo avanzado de Nueva Orleans, ciudad multicultural y una de tantas grandes atracciones turísticas estadounidenses, parece innegable hablar del estado en el que esta se encuentra como un lugar tradicional, y esto no sería algo negativo per se (ahí cada uno ya que haga sus valoraciones adecuadas) si no fuera por el cómo afecta a "nuestro negocio" y a uno de los acontecimientos más esperados pro el fan del wrestling durante el año como son la serie de eventos que se realizan en la Wrestlemania Weekend.
Pero... ¿en qué afecta exactamente el estado de Luisiana a la consecución del éxito de los eventos independientes ese fin de semana? Cualquiera que se haya mantenido informado estos días ya sea por portales especializados o RRSS sabrá sobradamente el por qué desde hace tiempo y estará leyendo estas líneas pensando "Capu j*der, ves al grano de una vez", pero para quien no esté enterado lo resumiré un poco ahora mismo; Luisiana sigue viviendo en los años 50 y pensando que los territorios deberían tener algún tipo de control sobre el negocio, y recoge restricciones en su ordenamiento jurídico para regular los shows de wrestling que sucedan en sus tierras. Si entramos en la página web de los heels de esta historia, la comisión de boxeo y wrestling del estado de Luisiana, (a quienes yo apodo cariñosamente como la Comisión Dolores Umbridge, o Comisión Umbridge para abreviar, y me voy a referir a ellos como tal a partir de este punto) encontramos un chulísimo dossier de 24 páginas explicando la regulación en materia de estos dos deportes, en los que se recogen cosas tan chulas como el ring, la duración de los combates, pesos, caídas y decisiones arbitrales, los mismos árbitros... Todo esto firmado y legislado en 1967 y posteriormente modificado en 1974 y 2017, estando varias normas vigentes aún a día de hoy. Esta legislación revisada se recoge en el siguiente documento.
Hay diversos puntos a tener en cuenta aquí y personalmente para analizar estas reglas las dividiría en dos grupos; las administrativas, que son las que me parecen directamente deleznables, y las luchísticas, por ponerles algún nombre, que recogen una serie de movimientos y situaciones prohibidas "por la propia seguridad de los involucrados". Las limitaciones luchísticas recogen asuntos como que no se permite el sangrado deliberado, los piledrivers, las powerbombs, el stun gun, moonsaults, 450 splashes, shooting star presses y cualquier otro movimiento desde la tercera cuerda que haga contacto con el rival está prohibido, lanzar al rival por encima de la tercera cuerda también está prohibido, salir del ring, salir del ring a perseguir al rival o luchar fuera de este está prohibido, la Comisión Umbridge en si mismos serán quienes decidan qué luchadores están en forma para competir, golpear a los rivales con objetos...
Por su parte, las normas administrativas recogen materias como la existencia de las licencias de luchadores, árbitros, announcers, managers, promotores e incluso timekeepers, las cuales tienen un precio anual que se debe abonar para la práctica de la profesión; 25 dólares en todos los casos menos en el de promotor, cuya tasa es de 250. También se legisla sobre la presencia de un miembro de la Comisión Umbridge en cada combate, el cual tiene plenos poderes para suspender cualquier licencia por el incumplimiento de sus reglas y por tanto no permitir la práctica de la profesión a esa persona, la autoridad absoluta de estos miembros de la Comisión Umbridge en todas las fases del evento, la suspensión de la licencia del promotor por incumplimientos de normas de sus trabajadores asalariados, las licencias pueden ser transferidas a promociones externas...
Lo divertido del tema es que estas normas pueden ser revertidas y quedar sin uso cuando los que promueven shows de wrestling son las "grandes empresas", clasificación en la que entrarían tanto WWE como ROH, quedando totalmente expuestas simplemente las empresas independientes. Las dos mayores empresas de EEUU ni necesitan licencias ni tienen por qué seguir las restricciones en el ring, pues se les presupone ya una organización interna que evita estos problemas y sus atletas son reputados y bien entrenados profesionales, pero esta es una diferenciación que hace el presidente de la Comisión Umbridge porque a él le apetece, ya que los luchadores de las empresas independientes, obviamente, son profesionales adecuadamente entrenados para hacer su trabajo. ¿Por qué esta excepción entonces?
La enunciación de estas reglas apunta sospechosamene en dos direcciones; que el estado se cubra las espaldas en el caso de que un luchador salga herido de un espectáculo y recoger dinero. Se ha hecho ya archifamoso el caso por el cual Luisiana prohibió el piledriver; en 1996 el luchador Gino Van Dam quedó paralizado tras un fallo en la ejecución de una powerbomb, ya que él creía que iba a ser este el movimiento y su rival le aplicó un piledriver, cambiando drásticamente la forma de colocarse y provocando presuntamente la lesión. Gino denunció a su rival y a la empresa, Mid South Wrestling, y como se veía motivado también denunció a la comisión, a los buenos de Umbridge. A pesar de que al parecer la demanda no prosperó (o al menos no he conseguido encontrar la sentencia) Luisiana y la Comisión Umbridge parecen querer cubrirse las espaldas para que estos casos no se vuelvan a dar, y poder retirar las licencias en el caso de un incumplimiento para evitar momentos incómodos delante de un jurado. Además, la creación y mantenimiento de las licencias en sí mismas son un método arcaico extraído de la era de los territorios, una mera ley vestigial para recaudar (mayores o menores) fondos, pues actualmente ninguna empresa de wrestling funciona mediante comisionados, siendo las mismas empresas de wrestling las que contratan a los luchadores, que en independientes son meros autónomos.
Luisiana debería valorar el gran impato económico que tendrán los espectáculos ya no solo de las grandes empresas en su estado durante el fin de semana que viene, y empezar a repasar un poco lo que legislan en materia de esto, pues es indiscutible que estos eventos mueven y fomentan el gasto de un dinero que puede ser tremendamente beneficioso para NOLA y, por extensión, a todo su territorio en general Es innegable que hay grandes lagunas en este tipo de legislaciones y reglamentos, y en mi opinión instituciones como la Comisión Umbridge son asuntos del pasado que limitan una forma de arte como es el wrestling. Pero vosotros... ¿qué creéis? ¿estas legislaciones son beneficiosas o perjudiciales para el wrestling? ¿deberían existir este tipo de regulaciones en el wrestling para evitar accidentes y controlar su calidad y expresividad? ¿es todo un complot de Vince McMahon para que solo su empresa sea la protagonista? ¿veremos a Lio Rush hacer otro non-sell a un piledriver aún a riesgo de perder su licencia? Os invito encarecidamente a compartir vuestras opiniones en la caja de comentarios, a la cual estaré atento, porque este es verdaderamente un tema en el que he estado pensando largo y tendido (lo de Lio Rush no, lo otro). Para terminar simplemente decir que sois mis héroes por aguantar hasta el final y leer todo el artículo y espero que os haya gustado. ¡Muchas gracias!
"(...) I'm going Down to New Orleans, going down, down, down tonight!"
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