PROYECTO DECADAS

DIARIO WWF


Esta primera entrega es el inicio de una serie de artículos donde hablaremos de la carrera de los luchadores más importantes y destacados de WWE y lo que deberían hacer de aquí, el momento en el que se realice el artículo, hasta el Magno Evento de la compañía: WWE WrestleMania, para dejar bien encarrilada la temporada. En esta primera entrega, hablaremos del samoano favorito de la IWC, Roman Reigns.

¿Un camino de rosas o de piedras?

Roman Reigns es, sin duda alguna ya, el hombre más destacado de WWE y su escena titular. Evidentemente no copa todos los focos ni todas las oportunidades, pero es la gran carta de la empresa para armar las carteleras principales, y una de las mayores atracciones que tienen en nómina. Ahora bien, ¿qué ha hecho Reigns para lograr esta posición? ¿Qué camino le queda por recorrer en su joven y larga carrera? Porque por mucho que digan algunos y por mucho que digan otros, el camino de Reigns hasta aquí no ha sido ni tan fácil ni tan difícil.

Sin entrar a valorar lo que pasó con el bueno de Joseph en su llegada a la empresa y su desarrollo en NXT, lo cierto es que tuvo un camino muy bien definido y bastante claro. En ningún momento dio la sensación de sufrir un cambio de planes severo o de no tener un rumbo fijo en sus inicios. Y no lo haría hasta llegar a su primera gran prueba. Reigns había llegado para arrasar, y la empresa iba a apostar lo que fuera necesario por él. Y, desde su rompedor debut y posterior recorrido con The Shield, el samoano ha sido uno de los hombres más importantes y más destacados en todas las carteleras, análisis, eventos y declaraciones que ha tenido o hecho. Para bien o para mal, Reigns fue escalando puestos en la empresa hasta ser un maineventer consagrado y tener el rol que parece que estaba destinado a tener. Pasando por una oportunidad por el título de la WWE en una fatal-4-way en Battleground 2014, un combate en Summerslam 2014 con Randy Orton, una fatídica lesión que le impidió ser el héroe de Survivor Series de ese mismo año, el regreso y victoria en el Royal Rumble 2015 por encima de grandes favoritos del público, y el camino lleno de abucheos hasta WrestleMania 31 donde tuvo su gran impacto y su último empujón en su carrera por el Main Event en un combate contra Brock Lesnar. Combate que quedó inconcluso, por cierto. Todo lo que pasó después de ese evento fueron intentos de la empresa por mantener a Roman entretenido, para que Roman entretuviera al público, o para elevar a otros wrestlers a buenas posiciones. Podemos recordar rivales de renombre o que escalaron junto con Reigns como Bray Wyatt, Braun Strowman, AJ Styles o el último y gran run de Sheamus como campeón máximo. Sin contar a Triple H o a The Undertaker, puesto que no necesitaron en absoluto de Roman para subir a... ninguna parte.

Sheamus celebrando su coronación como WWE World Heavyweight Champion tras canjear su MITB sobre Reigns en 2015.

Leemos todo lo que ha logrado, lo que no ha logrado, lo que ha hecho y lo que no, y nos paramos a pensar... ¿Ha tenido Reigns un camino fácil? En mi humilde opinión puedo decir que no lo ha sido. Sí que tuvo más y mejores oportunidades que otros luchadores para escalar hasta la cima, pero no es que el chico haya fallado en cumplir sus objetivos. Reigns tuvo que enfrentarse a un público que amaba con locura a Daniel Bryan y pedía verlo a él en lugar de a Roman en la gran batalla frente a Lesnar. No olvidemos que también tuvo que tirar del carro de RAW cuando algunas estrellas se lesionaron, se fueron a rodar películas o simplemente no estaban en grandes momentos. Reigns ha tenido más foco que otras estrellas, es cierto. No se puede negar que Vince McMahon, en su empeño de hacer de él la cara de la empresa, le brindó más ayuda que a muchos otros, pero ha sabido dar la cara. Reigns fue empujado al estrellato y tuvo que dar la cara. Eso tiene su mérito, ¿o no?

Ahora, ya establecido en la posición que la empresa quería, con el título Intercontinental a sus espaldas (de momento), con Royal Rumble a finales de mes y con WrestleMania 34 en el horizonte... ¿Qué le espera al ex-campeón mundial para llegar bien al mayor evento del wrestling mundial?

The Miz, el título Intercontinental y una prueba de fuego

Como actual campeón IC, Roman Reigns tiene que defender este campeonato hasta que la compañía le diga basta. Un campeonato "menor" para alguien de su status y su importancia, pero que le ha servido para llegar alejado del foco del campeonato Universal y poder generar un poco más de simpatía con el público antes de lo que todos sabemos que pasará.

The Miz está de regreso y quiere su cinturón. Es bastante obvio que va a conseguir ganarlo para dejar libre a Reigns y aspirar a cosas mayores, pero el samoano tiene ante sí una prueba de fuego que debe afrontar y superar con nota: salir de Royal Rumble en perfecto estado en todos y cada uno de los aspectos que se puedan tratar.

Reigns no es un luchador que flojee precisamente en el ring, pero sí que tiene algunas carencias, y son precisamente de lo que más necesita en este Road to WrestleMania 2018 que se avecina. Antes de todo eso, Reigns debe salir de su combate -o rivalidad- con The Miz siendo interesante, sin sentirse forzado en la nueva rivalidad que va a afrontar, y sabiendo desenvolverse mejor en el micrófono, pues lo que se avecina es algo que, a priori, parece reciclado y necesitamos ver una nueva versión de Roman. Una nueva actitud, más chulesca y más agresiva. El Roman que atemorizó a Sheamus o a Triple H. Necesitamos que, en este mes, Reigns sea capaz de mostrar una faceta nueva y salir reforzado de su pérdida del título Intercontinental. Y, como petición personal, que no participe en el Royal Rumble match. No este año.

Roman Reigns en el Royal Rumble 2017

La anunciada caída de la Bestia

Algunos lo veían obvio desde 2015. Otros lo vieron venir a medida que pasaba el tiempo desde aquel combate donde Rollins se coronó por primera vez como campeón mundial pesado de WWE en WrestleMania 31. La realidad es la que es, y todo indica que tendremos el desenlace de aquel combate que quedó pendiente: Brock Lesnar vs. Roman Reigns II. Ahora con más abucheos.

Fuera de toda broma, es un combate que la inmensa mayoría de gente sabía que iba a darse tarde o temprano. Quizás un poco más tarde de lo esperado, porque nos encontramos en la misma situación que ese año 2015: Lesnar finalizando contrato inmediatamente después de WrestleMania 34 (ampliable hasta Summerslam, pero ese es otro tema) y con Reigns siendo el claro favorito para el encuentro. ¿Qué ha cambiado para que la empresa haya decidido dar este choque ahora y en estas circunstancias y no antes? O evitarlo, porque Roman ya está consolidado como gran estrella... Parece que la empresa tiene otros planes en mente,

Lo primero de todo es por dejar a alguien nuevo por encima de alguien que no parece que vaya a regresar. Lesnar tuvo durante estos tres años la intención de regresar a UFC. Es más, lo hizo para un único combate, pero esa sanción por dopaje le imposibilitó regresar en más ocasiones, por lo que parece que su retiro del mundo de las MMA es casi un hecho. Ahora bien, ¿si ya no tiene carrera en las MMA, por qué no sigue en el wrestling? Cobra mucho y trabaja poco. Es el sueño de muchos. Me incluyo, obviamente. La cosa es simple. Podemos ver cómo Brock ha ido abandonándose poco a poco. Sí, se mantiene en buena forma, está fuerte y todo lo que salta a la vista, pero él mismo avisó que dejaría de entrenar como un profesional para poder centrarse en una vida relajada y tranquila. Se la merece, según él. No seré yo quien le cuestione su futuro, pero si él mismo es quien se niega a seguir en la élite, es normal que la empresa tampoco tenga esperanzas en mantenerle. Hemos podido ver cómo han ido gastando cartuchos con Brock de manera muy apresurada, y cómo todas sus rivalidades han sido para mantenerle ocupado hasta que llegara este momento. Exceptuando a Goldberg, nadie ha dado muestras de poder doblegar a The Beast, y eso es porque todos tenían muy claro lo que iba a ocurrir. Y si han decidido hacer este combate ahora y no antes, es porque la empresa tiene claro que el campeón universal no quiere continuar. No han construido a nadie como gran heel destructor para que pueda servirle como añadido, y el único que pudo hacerlo, cayó ante el propio Brock en No Mercy 2017. Claros signos de que no seguirá.

Brock Lesnar frente a Roman Reigns en WrestleMania 31

Por otro lado tenemos a Reigns, que tras pasar por todo lo mencionado, llegará sin cinturón a WrestleMania y aspirando al título Universal de Lesnar. Precisamente se rumorea que alguien de SmackDown! Live va a ganar el Royal Rumble para que sea AJ Styles el que defienda el WWE Championship y dejar el camino listo para Brock y Reigns en un nuevo Main Event en WrestleMania 34. La batalla definitiva entre los dos tipos con más credibilidad en la compañía, cara a cara y de manera definitiva. ¿Llega Reigns preparado? Hablando puramente in-ring es bastante evidente que sí. Estos tres años han servido al samoano para pulir su estilo, mejorar todo lo posible y conseguir adaptarse a todas las situaciones posibles. Es poco probable que nos encontremos con un squash como el de 2015, pues ahora Reigns es The Guy. Ciertamente, el elegido para retirar a The Beast.

¿Qué desenlace podemos esperar? Bastante improbable que Roman Reigns salga de WrestleMania sin el título a sus espaldas y sin una victoria más en su historial, pero lo hará de la forma correcta y tras haber derrotado a muchos grandes nombres y sobrevivir a muchas situaciones complejas. Llega bastante más maduro y preparado a lo que es su coronación. La que estaba destinada a vivir.

El futuro incierto

Una vez derrotado Brock (estoy haciendo de pitoniso y si no ocurre nada de lo que digo esto será "La confirmación de TNA 2.0"), Reigns tendrá la oportunidad de ayudar a jóvenes talentos a elevarse hacia la cima. Lo ha venido haciendo hasta ahora, pero el título ya no tendrá un dueño futuro siempre presente. El título será más accesible, y no habrá nadie tan dominante en la escena. Es algo que tiene que pasar más pronto que tarde, por el bien del título, de los espectadores y de la empresa.

Reigns tiene en sus manos el futuro de la compañía al completo, y es él quien, mediante su buen hacer, tendrá que guiar a los más prometedores y a WWE en estos complicados tiempos de desinterés por la empresa, a un futuro más brillante. No lo hará solo, claro, pero la responsabilidad mayor cae sobre él. Por lo pronto, lo más importante de lo que debe preocuparse de por hacer algo interesante ante un feud que viene cantadísimo desde hace años. Su primera prueba de fuego del año. El éxito vendrá después. Será bastante interesante ver cómo nace una nueva era tras la partida de Lesnar.


Roxas
(@OriginalRoxas)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

| Designed by Colorlib