Brillando en la sombra

La WWE está pasando un mal momento a nivel de producto. Hasta los seguidores más fieles han perdido el interés a lo largo de estos últimos meses debido a diversos motivos (Kingbilbin nos explica su experiencia personal con respecto a esto en este artículo), y recuperarse de esto parece complicado cuando Jinder Mahal sigue siendo campeón mundial. Esto parece afectar incluso a los propios wrestlers: AJ Styles ya no nos deleita con una actuación brillante en cada PPV como hacía el año pasado, Sami Zayn luce desmotivadísimo por culpa de la aparente falta de planes para él y Randy Orton lleva cada lucha como si fuese un house show, por no hablar de nuestro queridísimo Shinsuke Caradura^TM.

Sin embargo, hay tres luchadores que, pese a estar lejos de los main events de Raw y aunque la WWE no les dé el trato que merecen, ofrecen lo mejor de sí cada vez que tienen la oportunidad, logrando incluso llegar a ser de lo mejor de la empresa este año. Me refiero, por supuesto, a Neville y a los Usos.

El caso de Neville es bastante particular. El luchador inglés fue uno de los mejores campeones en NXT: su época en el territorio de desarrollo de la WWE fue excepcional, siendo uno de los luchadores con más protagonismo y, sobre todo, mejores actuaciones. Sin embargo, al ascender al roster principal, todo cambió drásticamente para él, llegando a quedarse sin planes poco después de su debut. Para colmo, cuando la cosa parecía mejorar, sufrió una lesión que le tuvo meses sin competir.

No obstante, este no fue el final para Neville: tras un tiempo dando tumbos y sin aparecer en televisión atacó a Rich Swann y TJ Perkins en diciembre del año pasado, confirmando así tanto su incorporación a la división crucero como su trun heel. Desde entonces, Neville no ha hecho más que darnos alegrías a los aficionados al wrestling: sus combates frente a Rich Swann nos demostraron que sabía desenvolverse como heel tan bien o incluso mejor que como face, y sus posteriores sagas con Austin Aries y Tozawa han sido sobresalientes.

No cabe ninguna duda de que Neville es uno de los mejores campeones de la WWE, no solo por su excepcional desempeño en el ring, sino porque ha sido capaz de rescatar una división que estaba condenada al fracaso. Con su trabajo ha conseguido poner over a todos sus rivales, y ha cumplido su papel como piedra angular de la división de manera impecable. Y todo esto como heel, un rol en el que poca gente le veía; por eso considero que aquel turn del año pasado fue algo fundamental: cuando le propones algo distinto e ilusionante a un buen wrestler el resultado es siempre interesante. Neville consiguió cambiar su moveset y su estilo a lo que le exigieron, sustituyendo algunos movimientos vistosos popios de su etapa face por otros más simples y contundentes, algo más apropiado para su nuevo personaje. Para sorpresa de todos, consiguió no solo adaptarse, sino reinventarse y darnos su mejor versión hasta ahora.

Algo similar sucedió con los Usos: tras años siendo la pareja face referencia en la compañía, realizaron su turn heel ante American Alpha en un semanal de Smack Down. Desde entonces, todo han sido actuaciones notables, primero ante el equipo mencionado anteriormente y ahora ante New Day. Y cómo olvidar aquel fantástico comedy match que nos ofrecieron junto a Breezango.

Los Usos han demostrado en esta nueva etapa que siguen siendo uno de los tag teams más fiables y consistentes del planeta. Todo lo que hacen en el cuadrilátero es impecable: su duro castigo a sus oponentes (destacando el trabajo que realizan habitualmente a las piernas), las trampas que realizan para ganar heat, sus gestos… todo lo que hacen lo hacen bien.

Pero lo que más me llama la atención de los Usos y Neville no es su nivel. Lo que más me llama la atención de estos luchadores es que, pese a que la WWE siga empeñada en restarles importancia, siguen dándonos lo mejor de sí mismos.

Cuando vi que los Usos y Neville iban a formar parte del pre show de SummerSlam me dio un bajón tremendo, no podía entender cómo tres de los mejores wrestlers de la empresa no iban a estar en la cartelera principal. La desilusión fue aún mayor por mi parte al ver que el estadio estaba vacío en el pre show. Pero ellos, lejos de desanimarse, nos ofrecieron dos de las mejores luchas del evento. Cuando cualquier otro tiraría la toalla, estos tres wrestlers nos demuestran que aman su trabajo y que lo hacen genial, pese a que sus jefes no les recompensen como deberían. Y por eso, por conseguir brillar con más fuerza que nadie pese a estar en la sombra, se han ganado mi respeto y mi admiración.